El autor: una vez asistí a una reunión de estudiantes emprendedores en una universidad estadounidense de primer nivel. Un profesor de emprendimiento mostró una diapositiva de los pasos que debe seguir una startup, desde contratar personas y recaudar dinero hasta desarrollar un producto e ir al mercado.
Mostraba el negocio en una trayectoria predecible y curva hacia arriba. Si solo fuera así, pensé. Mi experiencia fue cualquier cosa menos una curva suave y ascendente.
Mi experiencia fue tan agotadora que nunca he entendido a los “emprendedores en serie” (es decir fundar empresas varias veces). Hacerlo una vez ya es bastante difícil, según lo afirma en Entrepreneur.
Cuando me pasaron el micro, decidí dar una revisión de la realidad.
Primero, tu idea debe ser suficientemente grande para justificar dedicar tu vida a ella (propuesta de potencial de ser enorme).
Segundo, debería ser única. Cuando las personas ven lo que ofreces deben decir: “Dios mío, necesito esto. He estado esperando por esto”. Sino pierdes el tiempo.
Tercero, tu momento debe ser el correcto (timing). Al mundo no le gustan los pioneros, si propones una innovación demasiado temprano, tu riesgo de fracaso es alto. El mercado al que te diriges debe estar despegando con suficiente impulso para ayudarte a tener éxito.
Si pasas las 3 pruebas, tendrás potencial de ser grande, con algo único y que llegue al mercado en el momento adecuado.
Por último, prepárate para el dolor. Nadie quiere pasar por crisis, pero los momentos difíciles se darán al comenzar algo nuevo. Son inevitables.
Recaudar dinero y reclutar gente buena es muy difícil. Cuando eres pequeño y tus recursos son limitados, encontrar personas adecuadas es vital.
Generalmente, no tendrás acceso a profesionales caros que trabajan en otros lugares con sueldos altos. Pero, al reclutar, como mínimo, debes preguntarte: ¿Esta persona tiene el mismo compromiso con la misión del negocio que tú?
Cuando Phil Knight construía Nike contrató a corredores de distancia porque en términos de comerciales él podría enseñar, pero para llegar a sus metas nunca se rendirían. Aguantarían el dolor y llegarían al final de la carrera a pesar de las dificultades.
Cuando inicias una empresa generalmente te conformas con encontrar a alguien de calidad dispuesto a emprender el viaje del emprendimiento.
Receptores con manos de piedra (les lanzas la pelota y ellos simplemente no la atrapan)
Otros tienen manos como pegamento.